El famoso futurista estadounidense Alvin Toffler es muy conocido por su concepto de la llamada “tercera ola”.
Alvin Toffler – Tercera ola

Alvin Toffler escribió hace más de dos décadas sobre las tres grandes olas que han transformado a la humanidad: la revolución agrícola hace casi 10.000 años atrás, la revolución industrial iniciada en el Reino Unido hace cerca de tres siglos y la revolución postindustrial, basada en la sociedad del conocimiento, que estamos viviendo en estos momentos.
Hoy podemos decir que ya se avizora una cuarta ola: una revolución de tal magnitud y trascendencia que hará parecer casi insignificantes a las tres grandes revoluciones humanas del pasado. Esta cuarta ola es el transhumanismo.
El transhumanismo (ver en detalle TransHumanismo.org) es una visión nueva acerca del poder de la ciencia y la tecnología para transformar no sólo a la humanidad sino a los propios seres humanos. Los seres humanos estamos restringidos en muchos sentidos.
Actualmente, los humanos tenemos grandes limitaciones biológicas, físicas, intelectuales, mentales y hasta espirituales. Gracias a la ciencia y la tecnología, sin embargo, muchas de nuestras limitaciones presentes pasarán pronto a la historia. El transhumanismo busca justamente trascender los límites del presente y crear un futuro mejor para toda la humanidad.
Hace millones de años ocurrió otra trascendental revolución con un impacto similar, cuando el primer Homo sapiens sapiens (es decir, el “hombre que sabe que sabe» en latín) dio el gran salto evolutivo más allí de nuestros ancestros prehomínidos y homínidos. Hoy podemos decir que los actuales humanos somos transmonos o postsimios.
En este sentido, ya están apareciendo los primeros transhumanos y posthumanos del futuro. De hecho, las personas que modifican y mejoran sus cuerpos con implantes, marcapasos y prótesis, por ejemplo, son apenas el inicio de la cuarta ola de nuestra historia: el transhumanismo.
La especie humana ya no cambiará en el futuro por una lenta evolución biológica, sino por una nueva, rápida y directa evolución tecnológica que nos permitirá rediseñarse a nosotros mismos. Precisamente, la gran diferencia entre nuestros ancestros animales y los humanos es que nosotros utilizamos la ciencia y la tecnología para dirigir los cambios que deseamos. La especie humana no representa el fin de nuestra evolución, sino apenas el comienzo.
Por José Luis Cordeiro