Diodos, condensadores y chips.
Una de Diodos condensadores y chips Cuando la prestigiosa casa de modas Chanel presentó en las pasarelas parisinas su nueva colección primavera-Verano 2005, los espectadores prestaron particular atención a los cinturones que vestían las modelos, provistos con pantallas LCD que transmitían imágenes en video.
La presentación en sociedad de los Chanel TV Belt, como fueron bautizados estos modernos cinturones, fue solo un presagio de lo que estaba por llegar este año: la moda de las joyas tecnológicas que además de adornar y embellecer a sus portadores, cumplen con diversas funciones prácticas.
Nadie creería que detrás de un par de aretes de apariencia convencional, o de un lujoso collar de perlas, se esconden chips, cables, diodos y condensadores. Pero lo cierto es que los diseñadores de joyas no han sido ajenos a la onda tecnológica que parece tocar todas las áreas de la vida moderna.
Un abanderado de esta tendencia es el diseñador industrial Spencer Moy, quien presentó una nueva línea de brazaletes de vinilo que muestra las fotografías tomadas por el teléfono celular de su propietario.
Smoy PhotoCuff es el nombre comercial de estos brazaletes que tienen pequeños espacios en los que se pueden introducir las fotos tomadas por un móvil o una cámara digital.
Su funcionamiento es sencillo: se toma la foto, se imprime, se recorta al tamaño apropiado y se inserta en el espacio; luego, cuando el usuario se canse de ver la foto, puede reemplazarla por otra u otras. Aunque no se trata de un desarrollo tecnológico, sí es una prueba de la conciencia que tienen los nuevos diseñadores sobre el uso masivo de las nuevas tecnologías.
Por su parte, Zelle Style comercializa vía internet una enorme diversidad de joyas que son una verdadera oda a la tecnología: carteras de vinilo con seis diskettes de alta densidad en cada lado, un pendiente que en lugar de una piedra preciosa luce un chip con un prismático, un collar con un microprocesador de oro, un brazalete de diodos, y un sinfín de joyas high tech hechas a mano. Los precios de dichas joyas oscilan entre los 15 y los 300 dólares, y en todos los casos los componentes electrónicos son protagonistas.
De otro lado, la empresa Pretec presentó una línea de aretes que son, al mismo tiempo, memorias USB portátiles. Estos aparatos de almacenamiento de información harán posible llevar los archivos del trabajo o la universidad colgando de las orejas, listos para ser descargados al computador. Estos aretes-memoria flash conservan una apariencia glamorosa a pesar del contenido tecnológico que guardan en su interior.
También llama la atención que diseñadores de joyas, como Peter Aloisson, se están dejando seducir por la tecnología. En su caso, aceptó el encargo de diseñar carcasas de diamantes para varias empresas de teléfonos. Por esta misma vía, Siemens trabaja con el diseñador Escada para hacer del teléfono SL65 Denim & Diamonds una verdadera pieza de joyería con incrustaciones de cristales de Swarovski y tres cadenas de perlas.
Piezas electrónicas convertidas en joyas, aparatos revestidos de joyas, o joyas que a la vez cumplen con diversas funciones tecnológicas, están a la orden del día, como una exploración de las nuevas posibilidades estáticas que ofrece la tecnología, tantas veces tachada de fría, práctica y esquemática.
Los diseñadores de joyas han puesto sus ojos en nuevas tecnologías:
Un post de lo más curioso, me ha gustado mucho leer sobre ello.
SaRe ( se te echa de menos )
Al igual que yo muchos diseñadores de joyas empezamos a ver otra realidad en el mundo de la joyer?a que se nos viene encima.(En nada nos vemos tranki)
Bueno, como siempre las tendencias Pret-a-porter se fijan en lo más underground, si bien hasta ahora la estética cyber era más estética que funcionalidad. Como siempre, por un lado me alegro, porque eso quiere decir que se pondrá al alcance de todos una estética que personalmente, me gusta, aunque en la otra cara de la moneda, nos encontraremos como siempre con una desvirtualización de los conceptos. No se si decir que me gusta o que es una lástima.
Perdón, no he firmado, soy Malize.
Estoy de acuerdo contigo, ya veremos que pasa con todo esto. Yo por un lado y siempre digo tengo una relación amor odio, Por un lado me apasiona todo lo que la tecnología nos aporta, pero por el otro odio la deshumanización que conlleva, por lo menos a mi parecer.