El castillo «Ordensburg Vogelsang»
Hoy juntaré varias pasiones todas en una, la primera viajar, la segunda la fotografía y la tercera la historia, me gusta mucho lo todo lo referente a la segunda guerra mundial, en esta ocasión un servidor viajó a Alemania y visitó el Ordensburg Vogelsang uno de los Castillos de la Élite Nazi con la esperanza de poderse Colar dentro de las instalaciones.
Para mi desgracia solo puede adentrarme en unos cobertizos, en las cuadras y bueno en la zona para turistas, incluido el restaurante donde comí las típicas salchichas, pero a lo que urbex se refiere mi gozo en un pozo,
Antes de llegar nos topamos con un bunker enorme de Hormigón completamente destrozado y chamuscado seguramente por la caída de una bomba, durante la visita hice fotos a todos los lugares que puede acceder y finalmente de vuelta paramos a ver un pequeño cementerio militar.
Antes de que podáis pensar que hago algún tipo de apología a alguna determinada elección política estáis totalmente equivocados, simplemente y recalco para que quede claro, lo único que me gusta es visitar lugares con historia y si están decadentes mejor.
Y ahora un poco de Historia…
«Desde el primero de enero del 2006 se halla abierto al público un ex «castillo» construido en los años 30 para adoctrinar a la elite nazi.
El castillo «Ordensburg Vogelsang» fue uno de tres destinados a adoctrinar a la elite nacionalsocialista en la obediencia ciega al sistema y las teorías racistas del régimen.
Los últimos 60 años, el castillo y un área de 330 hectáreas habían sido utilizados como campo de entrenamiento militar, primero por las fuerzas armadas británicas de ocupación en la Alemania de posguerra y luego, a partir de 1950, por las belgas.
La piedra fundacional de «Vogelsang» fue puesta en 1934. Se trata de un monumental complejo con forma de castillo, con altos muros y torres en medio de un paisaje de frondosos bosques, que ya arquitectónicamente reflejó los delirios del régimen.
Educación para el fanatismo ciego
Los cursos para los jóvenes nazis comenzaron en 1936. Estos eran seleccionados de acuerdo con estrictos criterios. Según las directrices, los jóvenes debían «haber hecho méritos en el Partido Nacionalsocialista… tener salud física, mental y espiritual y ser genéticamente sanos (es decir, «arios»).
Los objetivos eran educar a los jóvenes «para que desarrollen un carácter genuinamente alemán, con todas las virtudes masculinas del valor, el poder de decisión, la osadía, la autodisciplina, la obediencia voluntaria, la camaradería y la fidelidad», en otras palabras, el fanatismo ciego y la sumisión hasta la muerte.
Ello se manifestaba también en las draconianas sanciones. Robert Ley, director de organización del «Reich», dijo con ocasión de la inauguración de Vogelsang: «Quien fracasa o quien traiciona al Partido o al Führer, quien no pueda dominar a la bajeza en sí mismo, será aniquilado. A quien el partido le quite la camisa parda, no solo se le quitará un puesto, sino que será personalmente exterminado con su familia, su mujer y sus hijos. Esas son las leyes duras e implacables de esta institución».
El racismo del nuevo orden
Según Ley, la elite nacionalsocialista debía pasar un año en cada uno de los tres castillos construidos en la Alemania nazi para la fanatización de los elegidos. En el castillo de Crössinsee, en Pomerania, los jóvenes eran educados «de carácter». En Sonthofen, Algovia, eran preparados para tareas administrativas, políticas, diplomáticas o militares y en Vogelsang les eran inculcados los elementos filosóficos racistas del nuevo orden.
Los cursos duraron muy poco: de 1936 a 1939. En 1939, Vogelsang fue utilizado como cuartel para unidades de la Fuerza Aérea. En mayo de 1940, el castillo y sus alrededores sirvieron de punto de concentración para la ofensiva alemana contra Francia. El 2 de enero de 1945, tropas norteamericanas ocupaban Vogelsang. En junio, pasó a manos de las fuerzas armadas británicas y en abril de 1950, de las fuerzas armadas belgas.
Los belgas utilizaron el «castillo» como cuartel y el terreno de los alrededores como campo de entrenamiento. Alrededor del complejo surgió así un biotopo único en la región, ya que los militares dejaron a la naturaleza intacta, como «zona militar prohibida».
- 639. Correspondiente a los elementos pertenecientes a la Ordensburg Vogelsang.
- 640. De elementos de la Ordensburg Krösinsee.
- 641. De elementos de la Ordensburg Gonthofen.
De la muerte a la vida
El Parque Nacional Eifel ahora es un tesoro natural.
Ese biotopo forma parte desde comienzos de este año del Parque Nacional del Eifel, de 10700 hectáreas, creado hace dos años. Majestuosos bosques de hayas, panoramas sensacionales y el recio encanto de formaciones rocosas albergan una fauna y flora únicas: gatos monteses, milanos, castores y narcisos silvestres permiten echar un vistazo al maravilloso mundo de la naturaleza. Vogelsang pasó a ser así de forja de fanáticos a centro de un parque nacional singular, de gruta de la muerte a cuna de la vida.