Una litofanía es una imagen tridimensional que se crea al iluminar una lámina de material translúcido desde atrás. El efecto se logra mediante el grabado o la impresión de diferentes grosores o densidades en el material, que modulan la cantidad de luz que pasa a través de él.

Así, las zonas más claras de la imagen corresponden a las partes más delgadas o menos densas del material, y las zonas más oscuras a las partes más gruesas o más densas.
Las litofanías se originaron en el siglo XIX, cuando se utilizaban porcelanas finas para crear escenas religiosas, paisajes o retratos. Estas piezas se colocaban sobre una fuente de luz, como una vela o una lámpara de aceite, para revelar la imagen oculta. Algunos ejemplos de litofanías antiguas se pueden encontrar en museos o colecciones privadas.

Hoy en día, las litofanías se pueden hacer con materiales más modernos y accesibles, como el plástico, el papel o la tela. También se pueden usar técnicas digitales para diseñar y producir las imágenes, como el escaneo, la fotografía o la impresión 3D. Las litofanías se pueden utilizar para fines decorativos, educativos o artísticos, creando efectos visuales sorprendentes y originales.
Gracias a mi profesor en el FABLAB del Vinalab descubrí esta técnica y se me abrió un mundo de posibilidades aplicadas al mundo de la fotografía y el 3D. No creo que tarde muchos días en hacer alguna impresión en 3D usando esta técnica.